2 de agosto de 2011

¿Por qué nos duelen las articulaciones con el frío?

Estamos a punto de entrar en los meses donde más frío vamos a soportar en todo el año. Las bajas temperaturas, a determinadas personas, hacen que les duelan las articulaciones pudiendo llegar a suponer el dolor un duro quebranto muchas veces insoportable.


El frío influye directamente en nuestro cuerpo provocando un mayor gasto de calorías para mantener en el calor corporal. Al mismo tiempo con el frío aumenta la tensión muscular ya que los músculos se contraen debido al frío. Esta última es una de las causas por las cuales el frío puede acabar provocando dolores tanto musculares como articulares.

La contracción de los músculos debido al frío acaba teniendo una influencia directa en los huesos que finalmente están soportando todo el andamiaje de nuestra musculatura corporal. La tensión de los músculos por el frío acaba provocando también tensión en las articulaciones lo que finalmente puede acabar siendo muy doloroso para determinadas personas. La tensión muscular y articular se mantiene durante todo el tiempo en el cual la temperatura ambiental es baja, que pueden ser, al menos en nuestro hemisferio durante 5 meses ininterrumpidos.

Además de dolor articular, las articulaciones tardan mucho más en funcionar de una manera adecuada por lo que para determinadas personas además de dolor eso les puede provocar auténticos problemas funcionales por lo que hace necesario que los ambientes donde se encuentren en invierno tengan una temperatura mayor que si no tuviesen esos problemas articulares disfuncionales y que les provocan dolor.

Las articulaciones que más se resienten en invierno, y con mucha diferencia, son las de los dedos que se acaban poniendo rígidos y con dificultades para movilizarlos. Para evitar que los dedos se conviertan durante el invierno en apéndices que no se pueden mover es conveniente resguardarlos con guantes o calentadores.